lunes, 12 de junio de 2023

EL ESTAFERMO


La víbora se revuelve contra quien la acosa y hiere,”El golpista del papel”el quien en horas pasadas conocedor de sus incapacidades y defectos ayudó a Rajoy a llegar a la Moncloa,cuando este mueve su sillón de director en el diario El Mundo y consigue expulsarle de la misma,con verbo brillante y exposición perfecta consigue el retrato que mejor define el carácter de quien con su actutud pasiva ha logrado dejar el estado en una situación de casi fallido.
 



EL ESTAFERMO por P j. Rammirez.
Poco antes de ahorcarse en la calle del Farol Viejo –“la más oscura que pudo encontrar”, según Baudelaire- el extravagante Gérard de Nerval, famoso entre los parisinos por su costumbre de sacar de paseo a su langosta cual si fuera un caniche, escribió algunos de los relatos más
inquietantes de la literatura decimonónica.
En uno de ellos aparecía un pobre hombre que sacaba pecho ante su esposa porque había logrado un contrato como estafermo, en un remedo de las viejas justas medievales. Llegaba a casa medio tullido, más vapuleado que un Ecce Homo, pero orgulloso de haber arreado algún que otro guantazo a personas distinguidas, por mor de las leyes de la física.
Originariamente el estafermo era un muñeco giratorio, firmemente plantado en un lugar de la pista del torneo –de ahí la etimología italiana: “sta’ fermo”-, que enarbolaba en un brazo un escudo y en el otro, igualmente rígido, una correa con bolas de hierro o saquillos de arena. Los lanceros debían impactar al galope en el escudo y escabullirse con la suficiente rapidez para no ser golpeados por la espalda, e incluso derribados, por esos objetos contundentes que ellos mismos activaban con su ímpetu.
La naturaleza del estafermo residía en su carácter inerte, en su falta de iniciativa, en su abulia existencial, en su condición tan yerma como yerta, en contraste con la vitalidad actora del jinete. En definitiva tanto el premio, al golpear el escudo, como el castigo, al girar al monigote y convertirlo en traicionero bumerán, dependían del difícil equilibrio entre la contundencia y la agilidad del caballero. Ya en 1611 Sebastián de Covarrubias escribía que el estafermo “algunas veces suele ser un hombre que se alquila para aquello… con que da de reír a los que miran”. Claro: mucha más gracia que el muñeco con apariencia de persona hace siempre la persona con apariencia de muñeco.
Pero si aconsejo acudir a Manzanares el Real, Ferrol o algún otro lugar en los que aún se revive la tradición medieval del estafermo no es para ejercitar la risoterapia sino el análisis político. De hecho fue al ver funcionar el mecanismo en una película de época cuando yo mismo encontré la respuesta al enigma que venía obsesionándome: ¿Cómo es posible que Rajoy tenga tan merecida fama de indolente en el ejercicio de sus responsabilidades y aparezca a la vez rodeado de una aureola de implacable liquidador de antagonistas, a medio camino entre el misterioso anfitrión de la isla de los Diez Negritos y el expeditivo señor Lobo de Pulp Fiction?
Ese modelo no existe en la vida. Nadie es tan zambo para la construcción y tan virguero para la destrucción. El pasmarote lo es igual para lo malo que para lo bueno y el hombre de acción nunca deja de romper huevos al tratar de hacer tortillas. Sólo el estafermo se mueve estándose quieto. Ese es, o más bien eso es, al fin he visto la luz, el Rajoy que nos gobierna: una veleta manejada por el viento, un diapasón que reverbera sonidos externos, un gong sobre el que golpea el mazo ajeno, un pelele en el torneo político que sirve en la misma carambola de saco de las bofetadas y títere de cachiporra
En el fondo tiene razón cuando desvía las culpas de todo a los demás. Porque el Rajoy ejecutivo no existe, no ha existido jamás. A ver, que alguien recuerde algo de provecho o algún destrozo notorio que hiciera como presidente de Diputación, ministro de esto y de lo otro o vicetodo. Rajoy somos los otros: nuestros errores y fracasos, nuestras autodestructivas reglas del juego que han parido una encastada cupulocracia. De la ausencia de los mejores pasamos primero a la presencia de los peores, luego a la nada con gaseosa y en este mascarón de proa ya ni siquiera quedan las burbujas.
Fue al permitir que los partidos usurparan nuestros derechos de participación política cuando fuimos inventando al Rajoy inanimado, el autómata sin iniciativa, el papamoscas de la catedral de Burgos, el hombre sin atributos de Musil, relator de una acción paralela que nunca llega a ocurrir. Ese artefacto, ahí plantado como un guardia urbano con sus guantes, su porra y su silbato, que cuando menos lo esperas te da una leche por la espalda. Pero no es él sino tú mismo con tu exceso de velocidad, tu despiste ante el semáforo en ámbar, tu medio sorbo de alcohol en sangre o tu claxon demasiado ruidoso quien activa el radar del robot, la desalmada retribución del estafermo.
Aznar lo fue llevando de un sitio a otro, plantándolo ora en Administración Territorial, ora en Cultura, ora en Interior sin consecuencia alguna para el Estado. Luego lo eligió sucesor precisamente por eso: porque no existía. ¡Y claro que tampoco fue Rajoy quien ideó, inventó, imaginó o diseñó –palabras ignotas en su léxico- la corrupción en Génova! Pero si se repartían sobresueldos, él ponía la mano, cogía la caja de puros y mañana más; si se cobraban mordidas, él recibía al donante, hablaban de fútbol y mañana más; si el tesorero millonario se veía en apuros judiciales, le mandaba mensajitos de apoyo y mañana más. No iba a ser un estafermo quien alterara el curso de los astros.
El suyo era un escuálido sol de invierno abocado a un fulminante ocaso. En la campaña de 2008 me di cuenta de que hasta en la Plaza del Obradoiro, cuando se le acercaban cariñosos sus paisanos, el rígido autómata, incapaz de toda empatía, movía con dificultad sus articulaciones oxidadas. Bastó que enfrente tuviera a un ser humano, lleno de imperfecciones pero con cierta sangre en las venas y razonable riego cerebral, para que por segunda vez fuera noqueado. No quedaba sino la hierática despedida del balcón de Génova.
Pero esa noche cuando Faetón ya encerraba su carro en la estrellada cochera y se aprestaba a enviar a la hojalatería aquellas chapas, cables y tornillos de su recogida póstuma, tres compinches muy dispares –Gallardón, Arenas, Camps- y un avariento e insaciable Stromboli, empeñado en extraer hasta el último euro negro de su imaginativo invento, “la marioneta sin hilos”, convencieron a un prejubilado vocacional, con igual nombre que el estafermo, para que ocupara su lugar. Y lo alquilaron enseguida.
Ahí fue cuando se jodió el Beluchistán. Diríamos que Rajoy empezó a hacer de Rajoy como Pierre Menard comenzó a escribir el Quijote. En ambos casos la copia fue escrupulosa pero la diferencia estaba en el original y el amanuense: lo que va de Arriola a Borges. La catástrofe sobrevino cuando el humano cejialto sucumbió en Pearl Harbor, el PSOE sacó del desván a un paquete perdedor, y el sosias del maniquí barbudo llegó a la Moncloa con mayoría absoluta.
Apenas los serviles ministriles, embutidos en sus refulgentes libreas de colores, habían hecho sonar las trompetas y atabales que anunciaban el inicio de la justa cuando, sin comerlo ni beberlo, el estafermo nos propinó su primera descomunal galleta. Resultaba que el déficit público y las exigencias europeas habían impactado en el escudo y el Rajoy de carne y hueso que, como el personaje de Nerval se pavoneaba ya en familia, reaccionó con el mismo automatismo con que lo hubiera hecho el Rajoy de madera de alcornoque: impuestazo y tente tieso. Poco después los etarras golpearon el escudo con los aldabonazos de los siniestros compromisos adquiridos y el brazo rígido del estafermo repercutió sobre la parte de atrás de la cabeza de las víctimas, reinsertando a sus verdugos, incluido el abominable Bolinaga.
Desde entonces todo ha seguido la misma pauta. Tenía razón Lucía Méndez el otro día: Rajoy ha nacido para hacer de Rajoy. Nunca podrá imitar a otro muñeco. El día que lo parieron Proteo se había ido de parranda. Fijémonos en el maquinismo de su conducta inane durante este último remedo de rebelión de los catalanes: convocatoria, impugnación… convocatoria, impugnación… ding, dong… ding, dong, PF1 insertar. “No puedo hacer otra cosa”, alega el estafermo. Cada vez que oye “dominus vobiscum”, va y responde “et cum spiritu tuo”.
Ahí tenemos al brazo listo y al brazo tonto de la ley, empalmados en un mismo priapismo. Por eso lo de hoy está a la vez prohibido y permitido. ¿Política… quién dijo política? ¿Reformas… no las hicimos ya en Génova? ¿Artículo 155… a qué libro de salmos pertenece eso? Cada vez que habla en público se escucha la misma canción: “Soy tan sólo una muñeca que no sabe de amor/ soy de cera, soy de trapo, pero no de salón/ Mi vida es dulce como un bombón/ Poupée de cire, poupée de son”.
A pesar de su leyenda negra, ni siquiera es un malvado. El mal necesita esmero y diligencia. Si te da con la estaca es por inercia. Le sacas los SMS en portada y eres tú mismo el que activas, con ese idealismo que te lleva a ir a por todas sin cubrirte las espaldas, el código rojo de las defensas nucleares que manejan al unísono el poder político y el económico. ¡Cuántos de los implicados en mi acoso y derribo no se arrepentirán ahora, a la vista de este CIS que augura lo peor, por haber desaprovechado aquella ocasión en la que tuvieron a huevo rescindirle el contrato al estafermo!
Dice Pérez Reverte que “Rajoy parece una liebre paralizada en una carretera ante los faros de un automóvil” y yo disiento. La parálisis requiere movimiento previo. ¿Rajoy una liebre, querido Arturo? Ni a conejuelo de gazapera llega. ¿Cuándo le has visto brincar, recortarse, emprender carrera alguna hacia ningún sitio? Para mí que es el crustáceo exánime, esa palinurus interruptus que arrastraba Nerval simulando que había tracción entre sus pinzas.
La ansiedad social por el hecho de que Rajoy no reaccione ante ningún desastre recuerda el momento del reinado de Carlos II en el que se decía que el monarca tomaba decisiones bajo el influjo de un encantamiento. El remedio fue, según relata Carmen Sanz Ayán en su fascinante estudio sobre el teatro palaciego de la época, encargar un comedia, titulada “El hechizo sin hechizo”, en la que “se desmitificaba la magia como algo que pudiera determinar la conducta del ser humano”. La representación acreditó la verdad. Nadie había suministrado a Carlos II filtro o bebedizo alguno -en realidad no hacía falta- pero aquel último Austria, tan débil de voluntad como de remos, pasó a la Historia como “El Hechizado”.
No le demos más vueltas. Esto ya no se arregla a bocinazos. El estafermo siempre permanecerá estólido en su estrago. Lo suyo no es coyuntural sino ontológico. En lo que sí tiene razón Pérez Reverte es cuando añade que “lo malo es que nos van a atropellar a todos”. Por eso no veo más salida de emergencia que la de la calle del Farol Viejo, tal y como la dibujó Gustave Doré, con la trompetera parca arrastrando hacia al más allá no sólo el alma del finado sino también las de todas sus hechuras de ficción.


miércoles, 31 de mayo de 2023

Felipe VI la herencia recibida

La herencia recibida



Hoy que parece que las instituciones se rigen o por la política de los gestos o por la de los hechos: Felipe VI se ha decantado por la de los hechos,obligado tal vez por lo mal que la Monarquía actuó en el caso “ Urdangarin” y por que las instituciónes Judiciales se vieron presionadas por el resto de los poderes del estado,puede ser también una mala herencia
La ola de regeneración que
parece ser ahora la prioridad ,digo parece,aquí también se mezclan los gestos y los hechos,puede ser la razón de la posición adoptada por la Corona,por cierto creo que muy dura para algunos de sus miembros y menos para otros.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Grecia pone a prueba a Europa

 

La realidad Griega tal y como la entiende el premio Nobel de economía Paul Kugman.




Y digo Yo !
¿A quien ha beneficiado hasta ahora el rescate ?
¿Hay responsabilidad en los estamentos crediticios que a la vez han sido rescatados por fondos europeos?
¿Y al pueblo griego quien le rescata?
¿Es consciente Alemania,que no por el error sino que por el horror de la guerra se beneficio de un rescate que se pago entre todos?
¿Y de la unificación de las dos alemanias,que hemos pagado entre toda Europa?
 

Grecia pone a prueba a Europa


Para poder hacer lo correcto, el continente debe dejar de sustituir análisis por moralización En los cinco años que han transcurrido desde que empezó la crisis del euro, la lucidez ha escaseado considerablemente. Pero esa falta de claridad tiene que acabar ya. Los últimos acontecimientos de Grecia suponen un desafío crucial para Europa: ¿es capaz de dejar atrás los mitos y la moralización, y afrontar la realidad de una forma que respete los valores esenciales del continente? En caso contrario, todo el proyecto europeo -el intento de consolidar la paz y la democracia mediante una prosperidad compartida- sufrirá un golpe terrible, tal vez mortal.

Hablemos primero de esos mitos: mucha gente parece creer que los préstamos que Atenas ha recibido desde que estalló la crisis han servido para financiar el gasto griego.
La realidad, sin embargo, es que la inmensa mayoría del dinero prestado a Grecia se ha utilizado simplemente para pagar los intereses y el principal de la deuda. De hecho, a lo largo de los dos últimos años, una cantidad superior al total enviado a Grecia se ha reciclado de esta manera: el Gobierno griego obtiene más ingresos que lo que gasta en cosas que no son intereses, y entrega los fondos adicionales a sus acreedores.
O, por simplificar las cosas un poco más de la cuenta, se podría pensar que la política europea supone un rescate económico no para Grecia, sino para los bancos de los países acreedores, y que el Gobierno griego simplemente actúa como intermediario (mientras que a los ciudadanos griegos, que han visto caer en picado su nivel de vida, se les exige que hagan aún más sacrificios para que ellos también puedan aportar fondos a ese rescate).
Una manera de ver las exigencias del recién elegido Gobierno griego es que este quiere que se reduzca la cuantía de esa aportación. Nadie habla de que Grecia gaste más de lo que ingresa; lo único que se discute es la posibilidad de gastar menos en intereses y más en cosas como la sanidad y las ayudas a los indigentes. Y al hacerlo, la consecuencia añadida sería que se reduciría enormemente la tasa de paro griega, del 25 %.
¿Pero no tiene Grecia la obligación de pagar las deudas que su propio Gobierno decidió contraer? Ahí es donde entra en juego la moralización.

Es cierto que Grecia (o, para ser más exacto, el Gobierno de centroderecha que gobernó el país entre 2004 y 2009) tomó prestadas de manera voluntaria unas sumas enormes de dinero. Sin embargo, también es verdad que los bancos de Alemania y del resto del mundo le prestaron a Grecia todo ese dinero de manera voluntaria. En condiciones normales, sería de esperar que las dos partes responsables de ese error de juicio pagasen por él. Pero las entidades crediticias privadas han sido, en gran medida, rescatadas (a pesar del “recorte” de sus demandas en 2012). Mientras tanto, se espera que Grecia siga pagando.

Ahora bien, la verdad es que nadie cree que Grecia pueda pagar todo lo que debe. De modo que ¿por qué no admitir esa realidad y reducir los pagos hasta un nivel que no imponga a los ciudadanos un sufrimiento eterno? ¿Acaso el objetivo es que Grecia sirva de ejemplo para otros prestatarios? Si es así, ¿cómo se compatibiliza eso con los valores de la que, supuestamente, es una comunidad de países democráticos y soberanos?
La pregunta sobre los valores cobra aún más fuerza cuando se tiene en cuenta la razón por la que los acreedores de Grecia siguen teniendo poder. Si se tratase solo de un problema de financiación pública, Grecia podría declararse en quiebra sin más; no se le concederían más préstamos, pero también dejaría de pagar las deudas que ahora tiene y su liquidez mejoraría claramente.
El problema de Grecia, sin embargo, es la fragilidad de sus bancos, que actualmente (como los bancos de toda la eurozona) tienen acceso al crédito del Banco Central Europeo. Si se cierra ese crédito, el sistema bancario griego probablemente se vendría abajo en medio del pánico bancario. Por tanto, mientras siga en el euro, Grecia necesita de la buena voluntad del banco central, que a su vez depende de la actitud de Alemania y otros países acreedores.
Pero piensen en la forma en que eso influye en la negociación de la deuda. ¿De verdad está Alemania dispuesta a decirle a otra democracia europea comunitaria: “Paga, o destruiremos tu sistema bancario”?
Y piensen en lo que pasaría si el nuevo Gobierno griego —que, después de todo, ha sido elegido por prometer que va a acabar con la austeridad— no diese su brazo a torcer. Es muy probable que ese camino condujese a una salida forzada de Grecia del euro, con consecuencias económicas y políticas que podrían ser desastrosas para Europa en su conjunto.
Desde un punto de vista objetivo, resolver esta situación no debería ser difícil. Aunque nadie lo sepa, el hecho es que Grecia ha avanzado mucho en la recuperación de su competitividad; los sueldos y los costes han caído en picado, de modo que, en estos momentos, la austeridad es el principal lastre que tiene la economía. Así que lo que hace falta es sencillo: dejar que Grecia tenga unos superávits más pequeños, pero aun así positivos, lo cual mitigaría el sufrimiento griego y permitiría al nuevo Gobierno proclamar su éxito, con lo que se aplacarían las fuerzas antidemocráticas que aguardan entre bastidores. Entretanto, el coste para los contribuyentes de los países acreedores —que nunca van a recuperar el importe total de la deuda— sería mínimo.
Sin embargo, para poder hacer lo correcto sería necesario que otros europeos, los alemanes en concreto, se olvidasen de los mitos egoístas y dejasen de sustituir el análisis por la moralización.
¿Podrán hacerlo? Pronto lo veremos.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía y profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton.
© The New York Times Company, 2015.


sábado, 27 de diciembre de 2014

Inda "La oveja"

Esta " OVEJA" ha parido criado y formado una gran cantidad de borregos.

Según la prensa digital Eduardo Inda ha dejado de pertenecer a la nómina del diario "El Mundo". Al contrario de lo que sucedió con Pedro Jota a Inda no le exigen respetar el pacto de no competencia, ese acuerdo que se firma para evitar que el ex empleado ponga en manos de la competencia la formación e información recibida del puesto que deja, un pacto que se fija en años. Por lo visto lo que Inda pueda aportar a otros medios le trae sin cuidado a "El Mundo" y no me extraña en absoluto, más bien estarán deseando que se incorpore a un nuevo medio, momento que será el inicio de su hundimiento y por tanto la eliminación gratuita de un competidor. Lo que no acabo de entender ni entenderé nunca es como le han aguantado tanto tiempo. Aparte de un agujero negro para la profesión periodística, un agujero donde se condensa todo lo malo que la falta de ética y pudor a veces llena las páginas de los periódicos, Inda es desagradable de ver y oír, leerle rebasa los límites de lo insoportable. Ojalá que su salida de "El Mundo" signifique también su ausencia en los debates televisivos.
Dicen que la salida ha sido pactada y que el despido oficial solo se ha llevado a cabo para justificar una determinada indemnización y si, se ha pactado. El pacto ha sido extremadamente simple, algo así como: Mira Eduardo aquí no puedes seguir ni un solo día más, te damos estos euros por despido improcedente y te largas por las buenas o si lo prefieres nos vemos en los Juzgados de lo Social. Llevas aquí desde 1994 gracias a Pedro Jota y Pedro Jota ya no está ni estará, así que tu verás. Por supuesto Inda se hartará de decir que no ha sido despedido, dirá que no le dejaban trabajar con libertad y que el que se ha ido ha sido él y sin que nadie le obligase.
Pedro Jota ya tiene en marcha su nuevo proyecto editorial, parece ser que se trata de un diario digital para cuyo desarrollo ya ha constituido una sociedad en la que figura su hija como accionista y administradora. Ha conseguido que el Pacto de No Competencia firmado a su salida de "El Mundo" quede cancelado el próximo 31 de diciembre a cambio de unos nada despreciables 1,3 millones de euros que Pedro Jota tenía pendiente de recibir como parte de su liquidación. Se comenta que volverá a repescar a Inda, esta vez para su nuevo proyecto. Aunque no soy precisamente lo que se dice un admirador de Pedro Jota si que creo, estoy seguro, de que es muy inteligente, y sobre todo muy listo. Espero, por su bien y por el de los que nos podamos acercar a su diario que no cometa el error de "fichar" a Inda, sobre todo habiendo como hay un elevado número de excelentes profesionales del periodismo dotados de la ética y el respeto a la profesión y al lector imprescindibles en el oficio, virtudes o cualidades de las que que Inda ni tan siquiera conoce su significado.
Ahora ya solo falta que Francisco Marhuenda nos deje y de una vez se vaya a dar clase a una universidad sudamericana, tal y como ya dijo que sería su decisión si la izquierda llegase a gobernar en España. La moderación que últimamente está manteniendo en sus ataques a Podemos hace pensar que el todopoderoso Lara le haya dado un toque de atención y hasta es posible que ya anden buscando nuevo director para "La Razón". Según he podido saber a traves de la página de FB ´"La verdad del Pueblo" se habla de (cito textualmente): "cobros ilegales por parte de unos de los departamentos que dirigía su amigo el Ministro del Interior por hacer el trabajo de vocero...o sea el trabajo sucio". y esto de resultar probado, público y notorio pondría a Marhuenda en la calle.
Inda está en la calle, Marhuenda en la cuerda floja y no cabe duda de que algo tiene que ver Podemos e IU en todo ello, por activa o por pasiva. Los furibundos ataques que los dos adalides de la derecha más rancia han efectuado a la izquierda española, en las personas de Tanía Sánchez, Pablo Iglesias, Cayo Lara o Errejón por citar a los más repetitivos, no han hecho más que conseguir votos para la izquierda y esto a los editores de "El Mundo" y de "La Razón" no les gusta en absoluto, más bien les aterra aunque compartan lo vertido por sus "periodistas", como diría Corleone el despido de Inda y el esperado de Marhuenda no es nada personal, son negocios.
De cualquier forma una buena noticia para el periodismo, a ver si con un poco de suerte el próximo en caer es Carlos Cuesta.
Benito Sacaluga "Bailando con Ratas" Eco Republicano

viernes, 12 de septiembre de 2014


FLACO FAVOR A LA MEMORIA DE EMILIO BOTIN


Salvado Sostres rebuzna en memoria de ‘Emilio’: “Lo fundamental para un país son sus ricos y la turba es intercambiable”

Tiene que haber una vida emocional y sexual muy, muy pobre tras una necesidad tan grande de provocar para llamar la atención como la que muestra 'el articulista' de El Mundo

F. Medina | 11/09/2014


Es difícil saber cómo es la vida sexual de cada persona. Pero la de Salvador Sostres tiene que ser triste. Muy triste. Porque sólo así se puede explicar esa necesidad tan desesperada que muestra en cada columna de buscar gratificación provocando con sandeces más o menos bien hiladas.
Este jueves, su diario cómplice, El Mundo, publica su habitual ‘columna’, que titula “Muere Emilio”. El Emilio al que se refiere es, claro, Botín. Un ricachón a quien la mente de un ser de mente torturada, y más que posiblemente de infancia infeliz, como debe haber tenido Sostres, necesita lamer el culo ‘enfrentándolo’ con los que él llama en diferentes momentos “pobre”, “turba”, “canallas de los escraches”, “quejica de pancarta”, “mediocres” o “pequeñas bestias vegetarianas”.
“La muerte de un pobre es importante para su familia, la de un rico es trágico para España”El fofo Sostres, el adjetivo no tiene que ver con su apariencia física, comienza masturbando su ego con esta supuesta provocación: “Que muera un pobre es importante para los familiares pero que muera un rico es trágico para España”. Porque cuando habla de “pobre”, “quejica de pancarta” o “pequeña bestia vegetariana”, el reprimido y malquerido escribidor de El Mundo, parece pensar que si estos son españoles su situación está todavía más agravada. El ‘articulista’ es tópico en sus discernimientos hasta para eso.
Y a partir de este arranque, Sostres concluye su párrafo inicial con otras dos ‘perlas’ enlazadas: “Lo fundamental en un país son sus ricos y la turba es intercambiable”, y “lo que da identidad, elegancia y distinción a un país son sus millonarios”.
El resto de la columna se va desarrollando con el encadenamiento de ‘ideas’ que provocan una creciente pena hacia quien las escribe, por las torturas y soledades vitales que es fácil imaginar que ha debido pasar para llegar a parirlas.
“Botín aportó más bienestar e hizo más caridades de lo que jamás ha hecho los canallas de los escraches”“La muerte de Botín sería un drama en cualquier país civilizado y en España la moda es insultar a los banqueros; pero si la riqueza tuvieran que crearla los canallas de los escraches nos habríamos muerto todos de hambre”, piensa Sostres.
O también: “Botín fue mejor que cualquiera que se quejó de un banco. Botín aportó más bienestar e hizo más caridades de lo que jamás han hecho por los demás los de la denigrante infamia de ir a buscar a las personas a sus casas. Los puestos de trabajo que Botín creó han sido más importantes que la lamentable acción de cualquier sindicato”.
“Si todavía tienes algún derecho, oh quejica de pancarta, es porque Botín te lo paga”Pero en medio del baboseo y la idiotez provocadora, sí que apunta Sostres una ‘idea’ que merece más reflexión, porque es común al pensamiento de muchos de su calaña y entorno psicológico: que los derechos no son de los ciudadanos; que son un regalo que nos hacen los poderosos.
“Si todavía tienes algún derecho, oh quejica de cada pancarta, es porque Botín te lo paga -escribe-. ¿Quién crees que mantiene la socialdemocracia? ¿Quién crees que financia las conquistas sociales? ¿Quién la sanidad de tu hijo, su escuela, tu subsidio? ¿Los sindicatos? ¡Madura, por el amor de Dios! Si fueras la mitad de imbécil y el doble de agradecido, seríamos un país más rico, y más refinado”.
No es sólo que Sostres no tenga la curiosidad de preguntarse del trabajo de quién sale el dinero que convirtió en inmensamente rico a este “Emilio” de su columna, y a los demás “emilios” que hay en España y en el mundo. Es que además, él, que por cierto es de familia acomodada, pero en la que también saben lo que supone, para lograrlo, tener que callar y cumplir con el derecho de pernada y servir a los ricos que tanto admira, da a entender que nuestros derechos de ciudadanos dependen de que graciosamente nos los den o no aquellos que “dan elegancia, identidad y distinción al Estado”; o sea, los millonarios.
“Pues anda, cállate”Y esto ya no es sólo tontería parlanchina para llamar la atención sobre sí mismo, pobre y triste acomplejado; esto es propaganda que parecía ya superada desde 1789, pero que él y otros como él, se empeñan cada vez más en vendernos nuevamente, a ver si nos convencen. ‘Pensamiento’ que le permite concluir su columna con este párrafo: “Él cumplió con su misión y la vida de mucha gente fue mejor gracias a su paso por el mundo. ¿Qué has hecho tú, pequeña bestia vegetariana? Pues anda, cállate”.
Una línea de argumentación que tan cara es para quienes se mueven en el actual Gobierno y sus cercanías, políticas y mediáticas.




viernes, 22 de agosto de 2014

" León de la Riba "El peor alacalde del Rey"

León de la Riba,quien se esta ganando a pulso el titulo de “El peor Alcalde del REY“.
El montaraz,soez,impresentable,barriobajero y misógino alcalde de la ciudad de Valladolid vuelve ...por sus fueros,con su desagradable presencia no entiendo como no se conmueven los muros de la Casa Consistorial.
En 2005, el regidor vallisoletano se comprometió en un discurso oficial a que Pucela dejaría de ser "la ciudad de las tres P "Quiero limpiar Valladolid de piojos, pulgas y putas"(Podía intentar limpiar otras dos más dañinas).
En 2007"Me han acusado de todo menos de violar a la candidata [Soraya Rodríguez], pero se comprende".
En 2012"El que quiera cambios de sexo o trasplantes de cerebro, que se los pague"
Y ahora en 2014,con motivo de una (supuesta) violación por parte de cinco (supuestos) salvajes en Malaga......(Una según Francisco de la Torre alcalde de dicha ciudad " En España se cometen miles") ....declara León de Riba ”Tengo reparo meterme en un ascensor con una chica por si está con ganas de buscarme las vueltas”

viernes, 27 de junio de 2014

Jueces estrellas o jueces estrellados

Jueces “Estrellas” o jueces “Estrellados”
El juez Castro hecha “Un ordago” al fiscal Horrach



Podría ser “El tercer juez”,todos sabemos quienes son los otros dos y es que aparentemente las maneras del “Tercer poder del Estado” no son lo suficientemente independientes del Legislativo y del Ejecutivo pasaron ni veinticuatro horas de que el juez Castro imputara de nuevo a la infanta Cristina,para que la Fiscalia del Estado a través del fiscal Pedro Horrach recurra el imputamiento, es entonces cuando el juez Castro,ante las declaraciones del fiscal de falta de argumentación,de que la instrucción ha sido desarrollada “a la carta”y trato “discriminatorio e inquisitorio”reta a Horrac a querellarse contra Él,por prevaricación.