martes, 26 de julio de 2011

Un vikingo xenófobo , integrista cristiano y francmason


La mezcla no puede ser mas explosiva.

Anders Behring Breivik,noruego 32 años francmason,integrsta cristiano y xenófobo,como todos los iluminados de la historia en nombre de no se que servicio a la humanidad en este caso para salvar a Europa del islam,cometiendo una acción terrorista que produce 76 victimas en la isla de Utoya y el centro de Oslo junto en la sede del Partido Laborista.

Es peligros el aparición y avance de partidos ultra-conservadores y xenófobos en Europa a lo que parece no se le da la suficiente importancia y Noruega no es una excepción y hasta en partidos conservadore hay brotes de xenofobia recordemos el caso de Cataluña(El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona,Alberto Fernandez Díaz y su homólogo en Badalona,Xavier Garcia Albiol, continúan el discurso que han mantenido durante la campaña electoral y anuncian que dejarán sin ayudas sociales a los inmigrantes).

Todo se entiende mejor conociendo el tipo de sociedad de los llamados Países Nórdicos,espresado en Laopinión.es

Suecia infierno y paraiso” de Millennium: una lectura política

A finales de los años sesenta, un ensayo titulado Suecia, infierno y paraíso, del periodista italiano Enrico Altavilla, arrasó en las librerías españolas. El paraíso sueco estaba formado por una sociedad del bienestar que ponía a la gratuita disposición de sus ciudadanos los servicios públicos más necesarios y aún otros que nos parecían de lujo. El infierno al que se refería Altavilla estaba conformado por la soledad y la falta de relaciones, el alcoholismo y la escasez de sol, que desembocaban en la depresión, causa de un elevado índice de suicidios, y en una sexualidad desaforada. Aquella sexualidad que se vivía en Suecia, tan criticada en las páginas de aquel libro, era lo que atraía a la mayoría de los jóvenes españoles de entonces, huérfanos de toda libertad al respecto. Pero interesaba también la cultura política de su democracia, que nos asombraba. Mientras, el turismo ya había instalado en nuestro inconsciente colectivo el estereotipo de las suecas como ideal femenino: altas, rubias, de ojos azules y cuerpo escultural, liberadas sexualmente, que el cine se encargó de afianzar con estrellas como Bibi Andersson, Anita Ekberg .







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