sábado, 19 de junio de 2010

El Novel comprometido


Escritor portugués, uno de los novelistas más apreciados en el mundo entero. Periodista y miembro del Partido Comunista Portugués sufrió censura y persecución durante los años de la dictadura de Salazar. Se sumó a la llamada "Revolución de los Claveles" que llevó la democracia a Portugal, en el año 1974. Escéptico e intelectual mantuvo una postura ética y estética por encima de partidismos políticos, y comprometido con el género humano. En sus últimas décadas, consagrado como escritor universal, dividió su residencia entre Lisboa y la isla española de Lanzarote (Canarias). Alzado del suelo (1980) fue la novela que le reveló como el gran novelista maduro y renovador portugués. Se trata de una novela histórica, situada en el Alentejo entre 1910 y 1979, con un lenguaje campesino, una estructura sólida y documentada y un estilo humorístico y sarcástico que llamó enormemente la atención en su momento. Siguieron obras de gran interés como Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984), La balsa de piedra (1986), Historia del cerco de Lisboa (1989), El evangelio según Jesucristo (1991) y Ensayo sobre la ceguera (1995), obra en la que el autor desde planteamientos éticos advierte sobre "la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron". Saramago, escéptico pero solidario, reflexionó en esta novela sobre si cabría la esperanza tras este nuevo milenarismo que la humanidad está viviendo. En 1998 recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el primer escritor portugués en conseguirlo.
Una de las aristas más interesantes de la obtención del Nobel por parte del escritor portugués José Saramago es su relación con la Iglesia. Después de la publicación de su célebre novela, El Evangelio según Jesucristo, aparecida en 1991, el Vaticano y algunos miembros de la jerarquía eclesiástica expresaron su aversión al escritor, que es considerado blasfemo en los círculos religiosos
Sin embargo, religiosos portugueses acompañan a Saramago en su alegría ante la buena nueva. "Por no concordar con su ideología no podemos condenar a un escritor o decir que no merece el premio. El arte es absolutamente autónomo", dijo Monseñor Januario Torgal Ferreira, secretario de la Conferencia Episcopal de Portugal. Algunos obispos expresaron beneplácito por la decisión, aunque insinúan que Saramago sería bienvenido en las filas del catolicismo: para el obispo retirado de Setubal, Monseñor Manuel Martins, sería motivo de alegría que "Saramago, que escribe tan bien, se dejase iluminar por ideales cristianos, ya que infelizmente en esa línea deja mucho qué desear".
Ante la posición de la Iglesia, Saramago ha sido tajante: "¿Qué es lo que la Iglesia católica tiene que ver conmigo? Yo no tengo nada que ver con ella, entonces que me deje tranquilo".
Al enterarse de que era el Nobel de Literatura 1998, Saramago, acompañado por la española Pilar del Río, su esposa, expresó de múltiples formas su emoción incontenible. No cesaba de dedicar su premio a Portugal, su pueblo, y a España, la nación que le adoptó, y a Iberoamérica, el público que le aprecia, y "a los jóvenes que sueñan con escribir". "Yo, que nací en una familia de pastores analfabetos, que no pude ir a la universidad y que no me compré un libro hasta los 19 años, sólo puedo decir que no nací para esto".
Nos ha dejado un hombre comprometido cuyo fin fue la lucha contra el poder económico y religioso,su legado es y sera la filosofía que despierta las conciencias adormecidas que no son capaz de analizar toda la injusticia de los poderosos contra el resto de la sociedad,pero nos deja su obra que perdurara en la infinitud lo que al fin es la eternidad,en la conciencia de muchos de los que somos y de los que serán,estan y estarán será tu resurrección y tu gloria

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